miércoles, 20 de marzo de 2013

14.- Don Quijote o un Cohaching de hoy


Un compañero mío de Colegio mayor en Salamanca, y mientras los demás en el silencio de la noche estudiábamos la critica de la razón pura y de la Razón práctica de Kant, él lanzaba unas sonoras carcajadas que retumbaban en la noche …
Cuando a la mañana siguiente, medio molestos o medio envidiosos, le preguntamos por su “particular forma de humor” él nos contestó que estaba leyendo el Quijote, de nuestro ínclito Miguel de Cervantes.

Mi amigo era un castellano recio al que su abuelo le había enseñado a leer el Quijote. Y aquel abuelo, al que yo nunca conocí, ejerció su influencia  a través de su nieto del que yo aprendí a leer y gustar las hazañas y las enseñanzas del loco cuerdo o del cuerdo loco.

En términos actuales aquel viejo abuelo de mi amigo hizo una labor de cohaching a su nieto y él a su vez ejerció en mí una influencia que en su día permitió, a través de un método sencillo de lectura,  cambiar una forma de ver  la ficción y la realidad que tienen todas las cosas de la vida.
    
Posteriormente el Quijote se convertiría en uno de mis libros de cabecera, libro que he leído múltiples veces a mis hijos, con el que he sorprendido a mis compañeros con citas realmente sorprendentes y con anécdotas plenamente actuales y con el que no he necesitado de apuntarme chistes en la PCA para hacer gracietas..


Título: EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA

Autor: MIGUEL DE CERVANTES



Hay un capítulo que tiene un especial significado en el mundo del liderazgo y del Gobierno. Es cuando Sancho Panza va a hacerse cargo de la Isla Barataria y D. Quijote le da una serie de consejos tanto para el alma como para el cuerpo.

D. Quijote no era un hombre especialmente  de empresa pero sí era un hombre que entendía la ética del poder, que por sus lecturas múltiples de caballería sabía las variables del buen Gobierno y de los modos de comportamiento exigidos por los subordinados, que son personas pensantes y son súbditos que requieren de atención.

D. Quijote fue un estudioso de su tiempo. Los libros de caballería le situaban en la orbita de los valores y del  mundo de la justicia, del hacer bien y del bien hacer.

En el capitulo XLII que Cervantes lo titula “ De los consejos que dio D. Quijote a Sancho Panza antes de que fuese a gobernar la Ínsula, con otras cosas bien consideradas”,  D. Quijote se siente en la obligación de aconsejar a Sancho para lograr que  gobierne con éxito la Isla Barataria. Es significativo cómo D. Quijote desarrolla un papel de cohaching, haciendo que su escudero vaya analizando sus potencialidades y sus déficits en cuanto a gobernanza se refiere
Valgan  estas pinceladas extraídas del capítulo que comentamos para ver cómo el arte de la influencia y de la formación personalizada vista en situación del siglo XVII.
D. Quijote en esa su capacidad de ayudar a Sancho Panza para su desarrollo como político y como persona le hace las siguientes indicaciones:

“ Dispuesto, pues, el corazón a creer lo que te he dicho, está. ¡oh, hijo!, atento a este tu Catón, que quiere aconsejarte, y ser norte y guía que te encamine y saque a seguro puerto de este mar proceloso donde vas a engolfarte; que los oficios y grandes cargos no son otra cosa sino un golfo profundo de confusiones.
“Primeramente, oh hijo, has de temer a Dios, porque en el temerle está la sabiduría y siendo sabio no podrás errar en nada. Lo segundo has de ponerte los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá el no huincharte como la rana que quiso igualarse al buey, que si esto haces, vendrá a ser feos pies (hace alusión al pavo real que tiene una hermosa cola, con la que hace la rueda, y los pies feos)  de la rueda de tu locura la consideración de haber guardado puercos en tu tierra”

"Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no te desprecies de decir que vienes de labradores; porque viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte; y préciate más de ser humilde virtuoso, que pecador soberbio. Innumerables son aquellos que de baja estirpe nacidos han subido a la suma dignidad pontificia o imperatoria; y de esta verdad te pudiera traer tantos ejemplos, que te cansaran."

"Mira, Sancho, si tomás por medio a la virtud y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que los tienen príncipes y señores; porque la sangre se hereda, y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.

También, Sancho, no has de mezclar en tus pláticas la muchedumbre de refranes que sueles; que, puesto que los refranes son sentencias breves, muchas veces los traes tan por los cabellos, que más parecen disparates que sentencias.
-Eso Dios lo puede remediar -respondió Sancho-, porque sé más refranes que un libro, y viénenseme tantos juntos a la boca cuando hablo, que riñen por salir unos con otros, pero la lengua va arrojando los primeros que encuentra, aunque no vengan a pelo. Más yo tendré cuenta de aquí adelante de decir los que convengan a la gravedad de mi cargo, que en casa llena presto se guisa la cena, y quien destaja no baraja, y a buen salvo está el que repica, y el dar y el tener seso ha menester.
-¡Eso sí, Sancho! -dijo don Quijote-: ¡encaja, ensarta, enhila refranes, que nadie te va a la mano! ¡Castígame mi madre, y yo trómpogelas! Estoyte diciendo que escuses refranes, y en un instante has echado aquí una letanía dellos, que así cuadran con lo que vamos tratando como por los cerros de Úbeda. Mira, Sancho, no te digo yo que parece mal un refrán traído apropósito, pero cargar y ensartar refranes a troche moche hace la plática desmayada y baja.”

Según Wikipedia Coaching (que procede del verbo inglés to coach, entrenar. ) es un método que consiste en dirigir, instruir y entrenar a una persona o a un grupo de ellas, con el objetivo de conseguir alguna meta o de desarrollar habilidades específicas
En el proceso de coaching se parte de la premisa de que el coachee (quien recibe el coaching) es la persona misma que cuenta con la mayor y mejor información para resolver las situaciones a las que se enfrenta. En vez de enseñar, el entrenador facilita al pupilo a que aprenda de sí mismo. El lograr que el coachee consiga (1) la capacidad de observarse, (2) de tomar conciencia de su realidad, (3) de plantearse objetivos, (4) de actuar y medir sus logros y (5) de estar en actitud de mejora continua, es la función del coaching y del formador.

Hablar de coaching es hablar básicamente de acompañamiento y de escucha a los problemas que en voz alta expresa el directivo, que no son otra cosa que los pensamientos que éste tiene en el silencio de su frecuente soledad sobre todos aquellos temas que le preocupan y a veces de hostigan.

Los organigramas son un reflejo de la realidad que hemos creado en nuestras organizaciones: cada departamento que dibujamos se encuentra solamente unido a los otros por un débil hilo, que ni siquiera le relaciona directamente con el otro miembro del equipo sino  que lo hace a través del gran solitario que es el gerente  o el jefe inmediato. Falta buscar fórmulas que integren e interaccionen, de manera formal e informal, a las personas.

La necesidad de un aprendizaje del coaching como cultura interna de las organizaciones requiere ser conscientes de que la dinámica de la empresa no deja normalmente detenerse a pensar en uno mismo. El disponer de un D. Quijote que le siente durante dos horas, le haga de espejo a sus pensamientos y le haga un cierto benchsmarking de cómo otros has solucionado parecidos problemas puede ser un motivo de crecimiento interesante.