12. El tío Vania o el trabajo sin sentido:
El trabajo llega un momento en
que se convierte para muchas personas en la única preocupación de su vida, lo
único que llena su pensamiento, su afán y su tiempo. El trabajo se convierte
así en su amigo/a, amante o esposo/a.
Ya a finales del siglo XIX,
cuando aun quedaban en la sociedad rusa restos muy importantes de la cuasi
esclavitud con la existencia de los mujiks, el gran Anton Chejov describió, de
manera sorprendente, esas situaciones de fidelidad ciega al “amo” y con ello el
sacrificio y la pérdida del desarrollo personal y familiar.
El libro que presento comprende
las cuatro obras de teatro más significativas de Chejov, entre los que el
titulado “El tio Vania” tiene una relación mayor con la realidad del trabajo.
El tío Vania es el drama de la vida de esos dos
“guardeses” Vania y Sonia, tio y sobrina, a la vez que cuñado e hija del gran
profesor Alexander. Entusiasmados por el profesor y su hacienda centran toda su
vida en ella y en hacerla crecer y
fructificar. Esto les lleva a olvidarse de que existe el amor que es lo que da
realmente sentido al trabajo y a la vida. Así la obra es el fiel retrato de la existencia desgastada del hombre
moderno.
Tío Vania y Sonia hay un momento
en que se enamoran: él de la joven esposa de Alexander, ella de un médico
también enamorado de la misma mujer. Los
dos son rechazados y se hacen conscientes de la farsa que ha sido toda su vida,
repleta de ilusiones resquebrajadas y sueños difuminados.
Titulo: La gaviota, el tío Vania,
las tres hermanas, el jardín de los cerezos
Valga como resumen de esta triste realidad las palabras de tío Vania a
lo largo de la obra y sus gritos de desesperación:
Pronto cesará la lluvia y todo en
la naturaleza refrescará y respirará libremente…¡Solo a mi no me refrescará la
tormenta! De día y de noche, como una garra, siento la angustia de que mi vida
está perdida para siempre… Aquí están mi amor y mi vida. ¿qué hacer con ellos?
¿Dónde meterlos. Mi sentimiento se consume inútilmente, como el rayo de sol
dentro de un hoyo, y yo me consumo con él.
Durante veinticinco años he
administrado esta hacienda; trabajé, te
envié el dinero como el más celoso administrador y ni una sola vez durante este
tiempo me has dado las gracias. Durante todo este tiempo… el sueldo que he
recibido de ti no ha pasado de quinientos rublos anuales, un sueldo miserable,
y nunca se te ocurrió aumentarme ni un rublo
…¡Trabajé por él como un buey¡
Entre Sonia y yo exprimimos de esta hacienda el ultimo jugo y comerciamos - como mercaderes- con el aceite, los
garbanzos y el requesón. Nos privábamos de comer hasta saciarnos para poder
convertir los grosch y los kopeks en miles de rublos que mandarle…
El fenómeno de la relación, adhesión - rechazo entre persona y empresa tiene componentes realmente
complejos: psicológicos, económicos, sociales.
Las organizaciones en general y la empresa en particular, por su
carácter generador de beneficio, establecen con el empleado una relación
singular donde las promesas de realización y de desarrollo profesional, junto
con el incremento de status y de salario generan en las personas su entrega
casi incondicional.
En el subconsciente también pesa una cierta amenaza sutil, desdibujada
por parte de la empresa mientras se es fiel, que indica las consecuencias de la
no adhesión y de la falta de entrega incondicional. Ante esta realidad hay muchas personas que lo dan todo y la
empresa se convierte así en amiga,
esposa, amante… sin percibir que hay realidades fuera de la misma que
constituyen la otra parte importante de la vida, la del ocio, los sentimientos,
la familia, el amor...
En los años 90 en los que la entrada de la mujer en la empresa y en
puestos directivos fue una batalla a brazo partido de estas profesionales por
equipararse a sus compañeros hombres y demostrar su valía, hizo que viésemos a
muchas de estas mujeres entregadas en cuerpo y alma a su profesión,
absorbidas por el trabajo en su tiempo y
en su dedicación mas intensa.
Hoy se habla profusamente de la necesidad de conciliación de la vida laboral y la personal
y familiar. Está muy bien. Pero nuevamente las empresas, normalmente sin rostro
conocido, están manejando algo tan intrínseco como es la multifunción en la
vida y lo están convirtiendo en un
elemento mas de su necesidad de tener empleados adictos y fieles. Estas mismas
empresas – pioneras de la conciliación, son las primeras a las que no les tiembla el pulso a la hora de dejar en
la calle del paro a esos hombres y mujeres que lo han dado todo durante los
años de su bonanza.
Dar el puesto que le
corresponde al trabajo en la vida de cada uno creo que constituye también un
planteamiento serio por parte del individuo, es cierto que sin olvidar a la
hora de hacerlo que hay condicionamientos económicos y culturales muy fuertes
que nos tienen atenazados o quieren
tenernos atenazados al trabajo sin horas, a la entrega absoluta y al amos casi
exclusivo a nuestros pagadores
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