lunes, 4 de julio de 2011

8. El labrador del agua o el poder de la palabra


Titulo: El labrador de aguas

Autor: Huda Barakat

Editorial: La otra orilla

Vivimos una etapa de la Historia en la que la palabra se ha devaluado. Lo mismo la palabra de Dios, que la palabra del vasco que la del político, el notario, el periodista, el testigo, el defensor o el acusador. Cuanto vale hoy la palabra?.
Y sin embargo nuestra vida está hoy asfixiada por la palabra: la televisión, la radio, los videos, las películas, la palabra escrita, la hablada, la no verbal, la gestual, la del ejemplo, la de la ética, la de la verdad y la de la mentira. Ahí están dispuestas a meterse por nuestros intersticios, sorbernos el coco, robarnos la intimidad, mordernos con fiereza o con falso amor nuestra mismiedad (ser uno mismo)…La palabra.
Hace cincuenta años, cuando no se podía “tomar la palabra”- hablar porque te metían en la cárcel alguno habló, un poeta habló, dijo  lo que quiso hablando de la palabra y asi Gabriel Celaya sacó su libro “Dame la voz y la palabra” en plena dictadura sólo hablando de la palabra. Gracias al destino los tontos del régimen franquista no se dieron cuenta de que era un libro como los de antes, de los que realmente contenían la palabra y esa palabra encerraba libertad y daba vendavales de aire puro a nuestra asfixia.
La empresa no se ha librado de  esta epidemia. Unas veces por defecto y otras por exceso. Hoy no hay empresa que no realice sus dichosas “comunicaciones” a través  del E-mail o de su intranet reduciendo sus gastos de “comunicación verbal con los otros y sobre todo entre los otros” y propiciando el estar bien informados  en base a un autentico sistema radial en el que lo importante es lo que el top de la empresa informa y  comunica como quiere y cuando quiere con todos sus sumisos y sufridos receptores.
La palabra fue diferente en otros tiempos y aun quedan resquicios – posiblemente en los pueblos no evolucionados – donde la palabra es verbo, donde la palabra sigue siendo misterio, donde la palabra encierra sentimientos, historia, poesía, belleza, donde la palabra a ejemplo de un tejedor diestro va trenzando los hilos de manera armónica, cruzando la lanzadera entre los hilos de mil tonos y colores y los va tejiendo en una tela unas veces de seda, otras de terciopelo y otras de encaje.
Estas reflexiones las he realizado a partir de un libro  “El labrador de aguas” de una belleza extraordinaria. De una autora  Huda Barakat nacida en el Líbano, de ascendencia Kurda como la coprotagonista de la novela, posiblemente descendiente de unas tribus donde la palabra aun tenia su valor.
Es una bella y trágica historia de amor. Nicolás,  que ha recibido de su abuelo y de su padre el conocimiento “amoroso” de las telas regenta el comercio familiar en Beirut tras la muerte prematura de su padre y al poco la muerte violenta de su novia Shamsa, una joven Kurda que cree en las palabras.
El abuelo de Nicolás  era un cuenta historias,  que “tejia” con los hilos del pasado vivido y de la historia lejana y los trenzaba con la lanzadera del presente. Era un sabio de la palabra que leía la historia para profetizar el presente - futuro bajo un signo casi determinista de lo inevitable del destino.
Su padre era más que un vendedor de telas, conocía todos los  misterios de los hilos, la textura, el color, el olor, sus historias de personajes con ellas con las telas. Y Nicolás aprendió de su padre y de su abuelo  lo uno y lo otro.
Nicolás y Shamsa viven en la ciudad convulsa de Beirut. La guerra civil se ha instalado en sus vidas, ha destrozado su casa, ha arruinado sus negocios, ha destruido lo que mas quiere y entonces decide vivir en el sótano del negocio familiar que es lo único que se ha salvado de la explosión, rodeado de telas maravillosas, de suntuosos brocados y terciopelos, de sedas suaves y linos olorosos. Esto le sirve para recordar todo lo que ha tenido en su vida: su abuelo, su padre, su madre y Shamsa.
Allí es donde la palabra lo llena todo sobre todo en su relación con Shamsa. Como en el cuento de en “las mil y una noche” Nicolás retiene todas las noches a su chica contándole historias de telas, jugando con ellas, envolviéndose en su agradable tacto y en el calor de sus palabras que se alargan durante toda la noche.
Es una novela envuelta en dos realidades que hoy están devaluadas: una la palabra y toda la fuerza que ésta tiene y otra los tejidos naturales, vencidos por los nylon, los gore-tex o los acrílicos.
Asi teje Barakat la palabra y la tela:
         El tejedor es aquel que fabrica las palabras y el hombre se viste con ellas. Después de que el tejedor hubiera escuchado a su abuelo, el tercer nomo, de cuya faringe emanaba la palabra sagrada  y que tensaba y ataba los hilos de la vida, trasmitió la palabra a los hombres a través de las telas y de sus códigos secretos.

GUIA DE LECTURA:
Es una novela sencilla pero de una belleza de lenguaje y de misterio muy especial. Es necesario leerla despacio, saboreando cada párrafo, tratando de aprender a gustar los tejidos y la palabra. El argumento es muy simple pero la riqueza de los sentimientos que alberga hace que vayamos interiorizando la lectura como si fuese un rocío o una lluvia suave. Sí debe ser una lectura en la que una se deja llevar por la belleza de la palabra.

domingo, 22 de mayo de 2011

7. El trabajo y el paro en la vida del Directivo Señor Philips

 

El trabajo y el paro es una moneda de dos caras, cara y cruz,  que forman parte, en algún momento, de la vida de muchas  personas. Para mi generación el trabajo fijo era como algo normal y la fidelidad a la misma empresa como una cuestión de lealtad por ambas partes, al menos por la del trabajador.

Los años 90 y la crisis de principios de esa década creó una conciencia de contrato allá donde antes había confianza y se generó en el trabajador la sospecha de que para la empresa sus objetivos económicos estaban por encima de toda consideración. Se introdujeron los contratos indefinidos, que no son sino la indefinición del mutuo acuerdo y la veleidad de unos compromisos. Pero, no obstante, las organizaciones seguían pidiendo adhesión decidida, entrega incondicional, dedicación sin horas, lealtad plena.

Realmente la entrega, con frecuencia era tal, que la vida solo tenía dos polos: el trabajo y la casa hasta convertirse la familia en esclava y paradójicamente libre por el propio trabajo. Todo lo demás que sucedía a su alrededor tenia la característica de suceso y de noticia pero de la que eran protagonistas otros, que debían estar viviendo otra vida.  Son esas las paradojas que tiene esta nuestra sociedad. 

Por esos lugares se mueve  la historia del Señor Phillips del autor inglés John Lanchester (Hamburgo, 1962)


Título: JOHN LANCHESTER
Autor EL SEÑOR PHILIPS
Editorial: Anagrama 2002

 

La novela se desarrolla toda ella en el día después de que el Sr. Philips, un hombre de clase media, de 54 años, Director Administrativo de una multinacional, es despedido de su empresa.

Ese día sale como todas las mañanas porque no se ha atrevido a decirle a su mujer y familia que está en el paro.

Hoy es un hombre vagando por la ciudad, como otros muchos, haciendo tiempo, viendo el recorrido de todos los días de manera diferente, reflexionando sobre un montón de aspectos de la vida sobre lo que antes no había pensado. Eran visiones que el trabajo no le había permitido tener.

Ese día le da tiempo para conocer a personajes curiosos como un pornógrafo, cuando visita la zona porno de la ciudad, pasear por Buckingham, verse  metido en el atraco de un banco y oponerse a los atracadores  haciéndose el valiente, conocer en el banco a la estrella de la TV, mujer de sus fantasías sexuales, o ayudar a una viejita a llevar su compra al piso donde vive y coincidiendo con que es la mujer de su profesor de religión cuando era niño. Vuelve a casa más tarde que nunca, encontrando a su mujer casi preocupada. El Sr. Philips termina diciendo "no tiene ni idea de lo que va a pasar" refiriéndose a su futuro

El Sr. Philips pasó 30 años de su vida entre sus balances y cuentas de resultados, entre sus facturas y sus análisis de costos. Sus referencias del mundo eran poco más que su casa, su empresa, su televisor. Ignoraba que fuera de ello hubiese más vida, y de que sucediesen cosas a las personas que paseaban, que iban a la compra o que hacían una gestión en el banco del barrio

El Sr. Phillips es uno de tantos directivos que “se han quedado obsoletos”, “cuya presencia en la empresa es una rémora” de los que “por su sueldo se consiguen dos jóvenes master en empresariales y con idiomas,   ilusionados y entregados”.

Ya vale muy poco que esos Señores Phillips hayan hecho casi de todo por la empresa: reducido sus salarios en momentos críticos, mentido, sobornado o propiciado ciertas ilegalidades contables o fiscales a favor de la empresa, hubiesen tenido que sacar la cara por sus accionistas o propietario o abandonado con sus viajes constantes a su familia. Hoy a los 50 años ya están viejos y sus conocimientos, su experiencia y sus competencias  solo son percibidos como cuentos de Calleja o anécdotas del abuelo Cebolleta.

Hoy que el tema de los valores tienen un auge importante por considerarse  un componente  fundamental de la cultura empresarial, cabe pensar que la credibilidad en esos valores, que se ponen como el ideario de la Empresa, solo será asumida por los  nuevos directivos y empleados si el tratamiento a realidades como las del Sr. Phillips son acordes con dichos valores. De lo contrario la esclavitud y la libertad, el egoísmo y la entrega en la empresa serán términos totalmente ambiguos.

 

LECTURA DEL LIBRO: La novela de Lancherter es una novela sencilla de leer, amena, con un lenguaje claro y una narración temporal que facilita su seguimiento. Es muy rica en sentimientos que afloran, y en visiones alternativas de la vida. Se pasan en la lectura de la novela  unas horas de lectura agradables y en casos divertidas ya que el Sr. Phillips vive en un día lo que ha dejado de vivir en todos sus años de trabajo.

jueves, 28 de abril de 2011

6. La ética empresarial y/o el tráfico de armas por amor a una buena causa

 
Título: EL SOLDADITO DE DIOS
Autor: KIRAN NAGARKAR
Editorial: Galaxia Gutemberg 2007
La historia de Zia, de Lucens o de Tejas (que son sus tres nombres dependiendo de la actividad que desarrolla) es la historia de un personaje singular: un joven con una capacidad matemática excepcional, doctor en  economía.
Es también la historia de un radical, de un extremista que lleva hasta la muerte y la tragedia todos sus planes. Para él sólo existen los objetivos.
En su vida como Zia el protagonista es un activista musulmán, dirigente de una célula Hidajista que pretende matar a Shalman Rusdi.
Como Lucens es un Hermano Lego de una Abadía, que tras convertirse, se dedica a crear y alentar unas asociaciones antiabortistas y a luchar en pro de la castidad y de la pureza.
Y finalmente como Tejas, con  pasaporte diplomático y que, tras los sucesos del 11S, es un traficante de armas que lo hace para sustentar las organizaciones derechistas antiabortistas y el  orfanato que ha levantado en su anterior vida, para los niños no abortados.
Es muy significativa la frialdad con que los diferentes valores éticos se mezclan y conviven en este hombre. Veamos uno de sus análisis de situación sobre la empresa de armas:
“ISSSysten, la empresa (de armas) de James llevaba diez años de estancamiento. Que el movimiento de transacciones y los beneficios se hubieran estancado podían deberse a dos factores: o James había perdido impulso o la industria había cambiado de manera radical…
El comercio de las armas había cambiado y James se había quedado encallado como una estrella de cine mudo,  incapaz de hacer la transición a las películas habladas…
Cuando un amigo le reprocha su entrada en el negocio del tráfico de armas para salvar a la Institución humanitaria neocom de los Ángeles él le escribe lo siguiente…
“El comercio de armas es como cualquier otro negocio. Por eso precisamente las Universidades, las Autoridades Locales, los Sindicatos, los Consorcios de los Servicios Nacionales de Salud, las Instituciones Benéficas y las Iglesias de Gran Bretaña continúan invirtiendo en él…
Sí, estoy en ello por dinero, a diferencia de ti, de tu padre o de casi todo el mundo en el negocio, no lo hago por mi…”

Hoy las empresas han introducido el concepto de Responsabilidad social Corporativa o de Ética Empresarial como un factor de imagen y de  competitividad, abogando por la trasparencia, la preocupación por la Sociedad y por la mejora del medio ambiente entre otras intenciones.
En esta línea hace tan solo unos meses salió la noticia de que treinta estudiantes, que se encuentran cursando el segundo año del Máster de Administración de Empresas de la Escuela de Negocios de Harvard, están trabajando en la redacción de un código ético para proceder como gestores empresariales, a implantar un juramento ético a modo del juramento hipocrático que se proclamaría  en el momento de la graduación.
Este juramente consta de ocho puntos, de los cuales el primero se refiere al compromiso para trabajar con integridad y ética; el segundo compromete al profesional a cuidar los intereses de sus propios grupos de interés: compañeros de trabajo, superiores, demás accionistas, clientes de la empresa y sociedad a la que pertenecen; y el tercero la promesa de manejar la empresa que les corresponda con buena fe, sin tratar de favorecer sus intereses personales a costa de la empresa o de la sociedad.  (José Luis Fernández de ICAI)
Este movimiento de la ética empresarial o también llamado de  Responsabilidad Social Corporativa, surge  precisamente en el momento en que se produce en los Estados Unidos y en España una serie de escándalos y fraudes financieros, solamente equiparable a otra época que coincide  cronológicamente con la oleada de escándalos ocurrida en EE.UU. a lo largo de  la segunda mitad de la década de los setenta y en la Península Ibérica a mediados de los ochenta.
Resulta difícil disponer de una única definición de la RSC. La más descriptiva  es la de la fundación Empresa y sociedad:
 “La empresa del futuro no podrá limitarse a ser una mera explotación económica en el sentido tradicional del concepto. Adquirirá un mayor protagonismo en la sociedad en tanto que sea socialmente responsable, lo cual incorpora aspectos como que sus productos y servicios sean aceptados por los ciudadanos, cumpla estrictamente la normativa vigente, sus directivos tengan un comportamiento ético intachable, conceda una importancia adecuada a la relación con sus empleados, sea respetuosa con el medio ambiente o apoye a las personas más desfavorecidas de las comunidades en las que opera.”

La gran empresa ha visto o ha intuido que esto es  una música que suena bien en este mundo de grandes intenciones y de celofán marketiniano y hasta de credulidad ingenua por parte de muchos consumidores.

Así hoy es fácil  vendernos que los grandes bancos  se preocupan por las obras sociales y de caridad, que la gran industria química lleva alimentos a través de ONGs a países del tercer mundo o que  las grandes farmacéuticas ceden sus fórmulas obsoletas a pueblos plagados de enfermos de VIHS, o en otro ámbito las grandes  superficies piden al consumidor que aporte unos céntimos de euro para ayudar a los niños sin juguetes. 

Estas empresas son las mismas cuyos directivos tienen unos salarios y prebendas económicas fabulosas, realizan unos contratos leoninos con sus proveedores o promueven a nivel mundial un cierto pánico en base a una pandemia mas o menos imaginaria o escasamente científica, siendo benévolos en el juicio.

El escándalo que nos produce la novela del Soldadito de Dios por sus planteamientos drásticos y extremistas  creo que nos hace entender el alcance que realmente debería tener este tipo de códigos éticos y de las consecuencias que tendría para las empresas la puesta en marcha de los mismos.
Sin embargo resulta evidente que un compromiso serio y responsable de las empresas con todos sus grupos de interés supondría  realmente un avance importante en las relaciones y en la implantación de unos auténticos valores en el conjunto de la sociedad.

LECTURA DEL LIBRO: La narración del Soldadito de Dios es bastante sobrecogedora, por el tema que trata, enormemente actual al menos en su primera parte, y sorprendente por su desarrollo de la vida del protagonista, aunque siempre dentro de un mismo valor o contravalor que es el extremismo.

Es una lectura que requiere atención ya que a lo largo del libro hay una filosofía que se trata de justificar, lo cual da profundidad a la novela pero a su vez exige una mayor atención para poder captar los mensajes que se quieren trasmitir. 

lunes, 7 de marzo de 2011

5. Tierras de cristal o cómo convivir con la utopía y con la realidad

Realidad y utopia parecen ser dos extremos que tienden a  repelerse, ante los que uno se siente perplejo y ante los que el directivo se encuentra con la mayor dificultad para gestionar. Por mucho que se hable de innovación en nuestra sociedad, cuando realmente nos ponemos manos a la obra y queremos introducir innovaciones sustánciales   en nuestra organización  nos tiemblan las decisiones y nos encontramos con dificultades de adaptación y de entusiasmo. Llegar a combinar la utopia y la realidad posiblemente es el misterio del éxito.
Alessandro Baricco es un novelista y dramaturgo italiano (Turín 1958). Sus  novelas ( Seda, Océano y mar, Esta historia) oscilan siempre entre lo real y lo onírico. En la temática, Baricco se sirve de entornos irreales y personajes forzosamente imposibles, cuyo denominador común, en última instancia, es la incesante búsqueda y consecución de deseos y sueños para, paradójicamente, explorar y revelar a través de ellos con toda su crudeza los rincones del alma humana.

ALESSANDRO BARICCO 
Título: TIERRAS DE CRISTAL
Editorial: Anagrama, 1998

 

Como bien resume la carátula de presentación de la novela “Tierras de cristal”  “Quinnipak es una imaginaria ciudad vagamente situada en la Europa decimonónica. En ella convive una galería de extraordinarios personajes con el infinito como único horizonte, empeñados en construir castillos en el aire que irán desmoronándose hasta dejar un poso de tristeza o de rabia: el señor Rail, fabricante de cristal, cuyo sueño es poseer un ferrocarril sólo para sentir el vértigo de la velocidad; su esposa, Jun, cuya belleza inspiró a Dios «la extravagante idea de pecado»; Pekisch, inventor de artilugios imposibles, en busca de una nota musical inexistente; su compañero de fatigas, Pehnt, un chiquillo que lleva encima su destino, en forma de chaqueta holgada, en la que le dejaron envuelto y abandonado cuando niño; la viuda Abegg, quien, ante la imposibilidad de vivir el futuro deseado, recuerda un pasado ficticio; H. Horeau, arquitecto, cuyo proyecto de un edificio construido sólo de cristal descubrirá el carácter inflamable de éste; Mormy, el niño bastardo capaz de detener el tiempo en su mirada...”

 La creatividad y la innovación constituían algo innato en aquella ciudad, todos eran capaces de inventar, de buscar formas nuevas de conformar la realidad. Les faltaba alguien capaz de aunar todas las iniciativas, alguien que como director de orquesta llegase a recoger esas innovaciones que estaban en la vida individual de cada uno y ponerlas al servicio de la sociedad.

Leer esta novela en la clave del trinomio realidad - innovación - utopia nos sirve para adentrarnos en las exigencias de los procesos de innovación y que claramente requieren de un liderazgo claro tanto en el proceso “imaginativo” del proyecto cuanto en el posterior nacimiento y desarrollo del mismo.

Hay Gerentes que, como el protagonista de la novela el Sr. Rail, son altamente creativos, lanzan proyectos ambiciosos y apuestan por ellos, pero una vez lanzados se olvidan de que las utopías hay que hacerlas realidad, hay que darlas  forma, hay que trasmitirlas a los que van a se encargados de materializarlas. Esto nos indica así mismo que la creatividad y la innovación es cosa de muchos, de los imaginativos y también de los practicones, de los lideres y de los seguidores.

LA LECTURA DEL LIBRO: Esta es la historia de Tierras de Cristal, una novela entretenida, algo fantástica, con personajes siempre curiosos y que se quedan en nuestro recuerdo como prototipos de hombres creativos, ambiciosos de lo imposible, pero sobre todo, con un fondo humano que siempre está ahí y que da un valor importante a la vida, aunque ésta, a veces sea un conjunto de también utópicos fracasos