martes, 30 de marzo de 2010

3. La contadora de películas o el arte de la comunicación.

Saber contar cosas con objetividad y a la vez con el propio sello de la indivualidad constituye, sin duda, el principio básico de la Información y de la comunicación.
La empresa se ha convertido hoy, casi en esencia, en un haz complejo, a veces caótico, a veces conflictivo, a veces satisfaciente, a veces cruel de comunicaciones entrelazadas, que a modo de anárquicos flujos van uniendo pensamientos, formulaciones y saberes pero también sentimientos, emociones, afinidades y rechazos…


Título: LA CONTADORA DE PELÍCULAS
Autor: HERNÁN RIVERA LETELIER
Editorial: Alfaguara 2009


Hernán Rivera Letelier es un novelista nacido en Chile, en el que perviven el olor de la pampa y el salitre de las minas. Un profesor de enseñanza media que da valor a la vida y a los saberes de los pobres, elevándolos a la categoría de sabiduría, que con frecuencia se vuelven efímeros por el sino o por causa de un progreso que lo arrasa casi todo.
La contadora de Películas es una novela cortita, casi un cuento de 118 páginas y letra generosa.
María Margarita es la menor de cinco hermanos que malviven junto con su padre en silla de ruedas en una ciudad donde la salitrera (cómo no, siempre presente en Letelier, donde pasó su infancia) es la única vía de subsistencia.
Todos aman el cine pero sólo hay dinero para que uno vaya al cine y se lo cuente a los demás. Ahí nace el concurso que el padre organiza entre su prole y que gana María Margarita (los nombres de los triunfadores empiezan por MM como Marilyn Monroe o Mario Moreno argumenta el padre).
A partir de ahí ella será la contadora de películas oficial de la familia y poco después de los particulares y finalmente de la ciudad. La gente de los barrios prefieren pagar un poquito y oir de boca de María la película a la que unas veces no tienen recursos para verla en la pantalla y otras, a pesar de haberla visto, quieren volverla a “ver” contada por aquella chiquita, que es capaz, con sus escasos recursos, de superar la versión del celuloide.

Hoy las nuevas Tecnologías de la información nos han permitido contactar con los otros de manera rápida, sencilla, fría y objetiva. A su vez nos ha quitado la cercanía, el contacto a través de la piel, de los ojos, de las reacciones y contra reacciones ante nuestro mensaje. Las empresas también han caído en esa trampa.
Cabe pensar a veces que en nuestras organizaciones estamos llegando a funcionar como en esas películas de ciencia ficción en las que un hierático Dios, sí, con rostro acorbatado y titulo de Director General nos habla desde una pantalla y nos envía sus mensajes fríos, los datos de resultados siempre insatisfacientes, y nos trasmite ánimos para que luchemos por los intereses de la organización, para que se lo demos todo, siempre con el argumento de la coyuntura difícil, del entorno amenazante y de los problemas de competitividad.
Hasta las técnicas más abiertas y liberales como podrían ser las redes sociales las está manipulando el poder para sus propios fines, coartando la espontaneidad, la comunicación informal, el humor y un mínimo de intimidad.
El éxito de María, la contadora de películas fue, por desgracia, muy efímero, volviendo nuevamente a la situación de hambre que tenia antes de convertirse en Contadora de Películas. La entrada de la Televisión, de manera masiva, en la vida del pueblo hace que la voz de María no tenga atractivo, que se cambie la presencia por el parpadeo de una pantalla que no sabe contar historias y que solo “pone” películas pero no las vive, ni las reinventa, ni las personaliza, ni tampoco las enriquece.
La comunicación se hace rica cuando la trasmisión de una información va cargada de presencia, de cercanía, de retroalimentación. Tras mantener ese calor todas las nuevas tecnologías nos ayudarán precisamente a hacer más eficaz nuestra información y más rica nuestra comunicación.
Ella María lo dice con pena y realismo: “la Televisión había llegado para quedarse. Por primera vez en el cine se comenzó a ver filas enteras de asientos vacíos, De igual forma la gente dejó de ir a sentarse a la plaza. Hasta las calles comenzaron a verse más desiertas de lo que siempre se veían, sobre todo a la hora que la tele se daba Barnabás Collins, una empalagosa serial de vampiros”

miércoles, 17 de marzo de 2010

2. Amelie o la esclava de la jerarquía


El señor Haneda era el superior del señor Omochi, que era el superior del Señor Saito, que era el superior del señor Saito, que era el superior de la señorita Mori, que era mi superiora. Y yo no era la superiora de nadie.

Podríamos decirlo de otra modo. Yo estaba a las ordenes de la señorita Mori, que estaba a las ordenes del seños Saito y así sucesivamente, con tal precisión que , siguiendo el escalafón, las ordenes podían ir saltando los niveles jerárquicos.

Así pues, en la Compañía Yumimoto yo estaba a las ordenes de todo el mundo

Título: ESTUPOR Y TEMBLORES
Autor:
AMELIE NOTHOMB
Editorial: Anagrama 2000.

Así comienza  la novela de esta autora Belga nacida en Kobe (Japón), donde narra, con gran humor no exento de estupor y de temblores, el año que Amelie, la protagonista, estuvo en una empresa multinacional japonesa, donde no cabía la iniciativa y donde todo, hasta el pensamiento, tenia que estar perfectamente controlado por la jerarquía.     ( El titulo de “Estupor y temblores” está tomado de los sentimientos que el emperador de Japón exigía a sus súbditos al presentarse ante él)
Su osadía, siendo occidental y mujer,  en querer ayudar a la empresa poniendo sus conocimientos y habilidades al servicio de la empresa, constituyó el pecado que le llevaría, de manera irremediable, a la humillación.
Ameli, después de haber probado su eficacia en un estudio de mercado, realizado fuera de su trabajo habitual, entra en un tobogán de descenso que le lleva a realizar los trabajos más bajos y absurdos de la empresa, como el de cambiar la hoja del día del calendario en los despachos hasta finalmente a ocuparse de cambiar el papel y las toallas de los lavabos de hombres.
Ante el deseo por parte de la empresa de que ella se marchase y les evitase la vergüenza del fracaso como organización por no haber sabido integrar a un empleado, Ameli optó por la resistencia humillante y solamente con el propósito de hacer que la empresa se sintiese culpable de una situación absurda y desfasada.

El año 1992 viajé a Japón para realizar un stage en formación organizacional. Tras un recibimiento al estilo militar, con música e izada de la bandera de España y de Japón en el jardín de la gran multinacional, tratamos de vivir la realidad de aquella empresa, desde dentro, en toda su dimensión sociológica, cultural y empresarial. Nuestra misión tenía el propósito de conocer las claves de su éxito y en especial cómo era su modelo organizacional.
No pretendíamos solamente aprender su métodos de calidad en base a los famosos “círculos de Calidad” y su “mejora continua” , queríamos ver realmente las variables que hacían que su funcionamiento fuese notoriamente superior y mas eficaz que el nuestro.

En nuestro análisis socio-organizativo-empresarial que hicimos, recuerdo que había ciertos indicios que podían presumir una cierta decadencia del Japon en los próximos años: su prepotencia ante el éxito conseguido, su pretensión de que el mundo debería adaptarse no solo  a su poder tecnológico sino también a su idioma, la rigidez de todos sus procesos de decisión, el escaso margen a la innovación  creativa por la libertad de acción, que su cultura de obediencia y de jerarquización  les permitía eran hechos que a ellos mismos les preocupaban.

Si bien el tema de la mujer no era un tema singularmente de interés en aquel momento para nosotros, sí percibimos que la incorporación de la mujer en nuestro mundo occidental y específicamente en nuestras  empresas había sido mucho mas intenso que en el de Japón y que en ese sentido habíamos avanzado nosotros de manera notable. 

Con la visión que nos da el tiempo sobre  su fulgurante desarrollo y su posterior caída en influencia y en protagonismo del Japón cabe preguntarse  si la propia visión y papel de la mujer en la vida social y en especial en la empresa no han constituido una de las causas significativas y de si esa incorporación tardía de la mujer a la gestión empresarial no ha sido una rémora importante para un desarrollo más creativo, más ágil y más alternativo.

Tengo la convicción de que así como en otros ámbitos como son la tecnología la producción etc, la entrada de la mujer puede ser menos influyente en lo referente al Management, a la organización, al liderazgo y a la innovación creo que los valores,  considerados hoy como más cercanos y propios de la condición de la mujer, van a ser claves de éxito singulares una vez despojadas de los condicionantes históricos y sociales que aun hoy tienen.

A Ameli le tocó vivir una etapa aun de resistencia en Japón, a las Ameli de hoy les empieza a tocar una etapa de dar a la vida de la empresa su propio sello con sus características de mujer, de mayor sensibilidad, mas humanismo, y mayor liberalidad.

1. Un viaje por el Danubio o la fuerza de la historia en las organizaciones


Hay un libro que me ha parecido el más adecuado para iniciar esta andadura  y que  expresa lo que a lo largo de esta puesta en escena del blog he querido significar así como el espíritu que me ha llevado a lo largo de la redacción del mismo. El va a hacer de guía mucho mejor que yo de esta aventura .


Título: EL DANUBIO
Autor: CLAUDIO MAGRIS
Editorial: anagrama 1997

Claudio Magris es un novelista, filósofo, historiador y humanista germano que nace en Trieste en el año 39 cuando la segunda guerra mundial se estaba fraguando. En el año 1986 publica un libro titulado “El Danubio”. ( Editorial Anagrama 2004)
El libro es un viaje a lo largo de todo el recorrido de uno de los Ríos que encierran en su cauce y en sus orillas más historia, más vida y también más muerte. Es un río  que sabe de amores y de traiciones, de potentados y de mendigos, de emperadores y vasallos, de ciudadanos y de súbditos, de catedrales, de sinagogas y de mezquitas.
Pero el Danubio sabe también de organizaciones complejas y de  modelos de gestión  que nacen en la filosofía de la edad media al morir el imperio romano, que se continúan y se refundan y perfeccionan en el Imperio Sacro Romano llegando  al absurdo con el III Reich y el Holocausto.
El Danubio ha visto en sus pueblos y en sus líderes  los sistemas de gobierno  más centralizados y opresores en base al imperio y a su vez  ha convivido con sistemas de gobierno basados en la máxima autonomía de los territorios que la conforman. El Danubio sabe de valores y de contravalores de lo más extremos y hoy Centroeuropea es una realidad compleja, rica, variopinta, que acepta con alegría y/o con pesar su pasado pero que mira esperanzadamente al futuro.
El Danubio, con su experiencia y su largo caminar, sabe de culturas diferentes ( Alemania, Austria, Moldavia, Hungría, Bulgaria, Rumania y sabe de integración de intereses diversos. El Danubio a modo de capital social común hace buscar proyectos comunes y se  adelanta así a los nuevos tiempos que hoy estamos viviendo, en los que la globalización se ha impuesto y la convivencia de intereses y de identidades y procedencias diversas se han implantado en nuestras empresas.
El Danubio se convierte, permanentemente, en frontera y en puente Los múltiples puentes que le cruzan, los tranquilos barcos que lo surcan, que no sienten las fronteras, porque las aguas no se dejan mojonar como la tierra firme, son símbolos de una realidad plurinacional, de proyectos conjuntos pero con respeto de idiosincrasias y particularidades, de lazos queridos y abiertos y de enriquecimiento común a través de las alianzas y del respeto de los pactos.
El imperio Sacro romano esta ligado de por vida al Danubio. El libro de Magris se inicia en las afluentes del Danubio, en las disputas técnicas, políticas y populares sobre su paternidad entre las poblaciones de Donaueschingen y Furtwagen, dos pueblos de la Selva Negra.
Ante una misma realidad será la ciudad que busque la mejor estrategia y que utilice mejor su marketing  la que se erigirá, de facto, para el turista en el verdadero padre del Danubio y al que se le darán los honores de anciano progenitor.
El viajero nos va descubriendo la historia, las leyendas, los mitos,  la literatura de esta zona en la que el Danubio se va haciendo maduro. A modo de ejemplo Magris nos detiene en Ulm, una ciudad vieja y nueva separada por el río
“Aquí el Danubio es joven y Austria todavía queda lejos, pero evidentemente el río es ya un sinuoso maestro de la ironía, de esa ironía que hizo grande a la civilización mitteleuropea y que es el arte de trampear oblicuamente su propia aridez y de dar jaque mate a su propia debilidad; era el sentido de la duplicidad de las cosas y al mismo tiempo de su verdad, oculta pero única. Esa ironía enseñaba a respetar los errores y las contradicciones de la vida, el desfase entre la cara y la cruz de una moneda, que no encajan aunque sean las mismas cosas, entre el tiempo y lo eterno, entre el lenguaje y la realidad, entre la lluvia caída y las estadísticas”
Yo personalmente hice el peregrinaje a lo largo del Danubio con Magris de manera virtual. Fui acompañándole a través de Google Earth, unas veces temeroso, viendo los saltos del agua que baja corriendo de las montañas como un joven intrépido allá cerca de su nacimiento, y otras veces sereno, navegando suavemente por las tranquilas aguas cuando ya el río entra en su madurez y va acercándose al mar.
Cualquiera de nuestras empresas y organizaciones tienen una historia y una vida que ha ido, a su vez,  tejiendo una cultura, resultado de las ideas de sus  fundadores y líderes de unos valores predominantes y de unos comportamientos que es lo que han configurado el actual presente.
La historia de la empresa es un componente esencial de la realidad de la organización y no podremos entender al realidad actual y cambiarla o potenciarla sin ser capaces de adentrarnos en ella y navegar, como Claudio Magris, por es río caudaloso que está repleto de acontecimientos y de realidades  que configuran la identidad actual. Estemos satisfechos o no con nuestra propia realidad resultante a día de hoy, si queremos avanzar será preciso hacer un viaje por el pasado, asumiéndolo y viendo su éxitos y fracasos y apostando por un futuro mejor, con raíces, pero sobre todo también con alas.